Es muy habitual que al hablar de café, nos centremos en pensar en una infusión caliente, pero no es ninguna novedad, que hace mucho tiempo se dejó de pensar únicamente en esta idea preconcebida, dando paso a una dimensión cafetera más moderna, y que le ofrece al café tradicional, una mayor versatilidad, algo que parecía inconcebible.
La forma más simple es preparar el café que más nos gusta, y, simplemente, añadirle hielo. Sin embargo, los más puristas no lo hacen así: es más complejo.
Por eso hoy vamos a repasar esta técnica de los más pros del café, además de otras variedades que quizás todavía no conozcas.
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¿Café infusionado en agua fría o enfriado?
Los granos, ya debidamente tostados y molidos, se dejan entre diez y veinticuatro horas en agua fría o del tiempo. De esta manera, se obtiene la infusión de café que después de ser diluido con agua, se puede usar en mil recetas de café frio.
La razón de preparar el café así, es que el agua fría no logra extraer los tonos ácidos del café, pero aun así, conserva sus otras propiedades organolépticas y ese dulzor tan típico, que no muestran ninguna alteración en la infusión resultante.
En este tipo de preparación, también denominada Cold Brew, los expertos en café, una vez más, dividen sus opiniones. Por un lado están los que opinan que esta preparación, al no sacar la acidez característica del café, hace que el grano pierda su verdadero valor.
Por el otro, los que creen que esta preparación es considerada un lujo, ya que lleva más tiempo y trabajo, y conjuga las notas aromáticas y sabrosas del café tradicional, con la parte más refrescante de una bebida fría.
El café frio mantiene sus aromas, su sabor característico, sus matices. Como decía en el párrafo anterior, expertos afirman que de esta forma, se distinguen con mayor precisión esos elementos diferenciadores de cada café, precisamente por tomar el café frío.
Es un hecho que el consumo del café ayuda a acelerar el metabolismo, y que lo tomemos en frío, ayuda a la hidratación de nuestro cuerpo, y se asocia más a momentos de ocio y placer.
Café Frappé
Es, sin duda, una de las recetas de café frío más conocidas en todo el mundo. Creada en Grecia por Dimitris Vakondios, en Grecia, esta receta se realiza con muchísimas variaciones, pero nosotros vamos a darte la receta original, la primera, la de verdad.
Un verdadero frappé, se hace con agua caliente, en la que se disuelve el café instantáneo. Una vez esté todo diluido, se agrega agua fría, hielo, y leche vaporizada. Una vez hemos agregado todo eso, se le añade helado de vainilla, y se mezcla agitándolo en una coctelera. Et Voila! Un frappé 100% auténtico.
Ahora en muchos sitios se hace con hielo picado, y mil variedades: Caramelo, crema caramelo, chocolate, vainilla, expreso… Un abanico interminable de opciones.
Café Escocés
Este no es tan conocido como otros, pero para los amantes del café y del licor, será su principal elección en los días de más calor del verano, ya que como supondrás, combina ambos ingredientes
Se prepara con una capa de whisky, y otra de café expreso frío. Para finalizar, se le añade una bola de helado de vainilla.
Simple, sencillo y listo para tomar en una terraza, en un día caluroso rodeado de gente con la que compartir el momento.
Café Affogato
Solo basándonos en el nombre, es fácil deducir que es un café de procedencia italiana. Para ser justos, muchos consideran el Café Affogato un postre, pero nosotros vamos a considerarlo un manjar de dioses.
Su elaboración original es, a un café expreso doble, agregarle una o dos bolas de helado de vainilla. De esa forma, se conjuga el sabor fuerte, con cuerpo, aromático y delicioso de un expreso, con el frio, dulce y texturizado helado de vainilla. Pura delicia.
Café Azteca
Café frío, helado de chocolate, cubierto de nata. No es lo que denominaríamos un café de dieta, pero sinceramente, a quien le importa: Es delicioso.
Para su remate final, sobre la nata, suelen colocarse unas tiras de chocolate, lo que además de suculento, mejora su presentación. Es una maravilla, pero ten en cuenta la bomba calórica que te vas a tomar…
Café Tonic
Es una de esas variaciones del café que más nos ha sorprendido. Mezclar café, hielo y tónica es algo que no hubiésemos pensado, pero este trio de bebidas, da como resultado un coctel burbujeante y refrescante, que en días de calor se agradece.
Algunos baristas, añaden a este coctel azúcar y zumo de limón. Le da un toque cítrico que queda perfecto en esos calurosos días de verano.
Café Cold Brew
Este tipo de café se prepara usando agua a temperatura ambiente o muy baja temperatura.
Para hacer esta receta, tendremos que poner el café en agua temperatura ambiente o fría, entre 15 y 24 horas, tiempo en el que se infusiona lentamente.
Este tipo de café es diferente, muy diferente al café más habitual, preparado en agua caliente y ya no solo por el tiempo que se tarda en preparar o la temperatura del agua, sino porque al ser preparado en agua fría, pierde acidez y amargor.
El café más recomendado para esta receta es molido, con grano grueso, ya que con fino se pierden muchos matices, y pierde sabor.
Café Cold Drip
Este café se prepara en una torre de goteo, en la que se hace pasar agua fría, lentamente, a través del café molido. Este proceso es lento y bastante tedioso ya que puede tardar entre 20 y 24 horas.
Es muy similar al café Cold Brew, pero con más sabor, más cuerpo y más aroma. Es mucho más potente precisamente por el lento goteo.
Nitro Café
Es un tipo de café que se prepara con nitrógeno. Esto le otorga un sabor característico, único y tremendamente especial.
Empezó a hacerse hace unos 10 años, quizás alguno más, popularizándose con mucha rapidez, ya que el nitrógeno le da una textura suave, espumosa que ensalza su dulzor sin ser recargado.
Café Ice Latte
Tiende a ser confundido con un frappé, pero no es lo mismo. El café Ice Latte es una mezcla perfecta de café expreso, muchísimo hielo y leche espumada.
Algunos baristas añaden sirope de vainilla, que le da ese toque y aroma distintivo. Es un delicioso refresco con aroma, cuerpo y frescor.
Las maneras de preparar un café son infinitas, y da igual frías, calientes, con o sin leche, todas son deliciosas.
La vida no es vida sin un buen café, y amigos para compartirlo.
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