El verano ya esta aquí, y su calor viene de la mano.
En días en los cuales llegamos a superar los 30 grados, la verdad es que, por muy cafeteros que seamos, un café hirviendo quizá no sea lo que más nos apetece. Y mira que es una bebida popular, más del 60% de la población española toman café para empezar su día, y de media, acabarán tomando 3 tazas al día.
Y no es malo, de hecho es hasta recomendable. Ya hemos hablado en varios artículos sobre los beneficios de tomar café de forma asidua, pero con moderación. Desde reducir riesgos de padecer diabetes o cáncer, e incluso problemas cardiovasculares, y además, al tomarlo solo, es una bebida 0 calórica.
Por todo esto, y además su exquisito sabor, no queremos dejar de tomar nuestro café ni en verano, y por eso, vamos a ver las mejores maneras para tomarlo frío.
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El café en frío
Este sistema es posiblemente el más saludable si quieres tomar un buen café frío, eso si, menos amargo, más suave y con menos cuerpo que otros, ya que al no calentarse, no se extraen algunos de los ácidos que proporcionan estas cualidades al café.
Este proceso lleva bastante tiempo, pues consiste en infusionar el grano de café en agua fría directamente, y para que esta extraiga el sabor y propiedades, debemos dejarlo en la nevera mínimo 12 horas, y mejor si lo dejamos un día entero.
Ventajas del café en frío
Aunque sea un proceso no especialmente laborioso, pero si lento, tiene muchas ventajas interesantes en varios campos, que vamos a ver ahora.
El café en frío es mejor para tu salud
Respecto a salud digestiva, este café es superior a su versión caliente. Debido a que el café es una bebida ácida, mucha gente prescinde de consumirlo, para evitar problemas como el reflujo gastroesofágico, esa sensación tan desagradable de cuando nos sube una sensación ácida por la garganta y nos quema, dejando un sabor desagradable en nuestra boca.
Según una investigación publicada en la revista Nature, el pH o nivel de acidez del café sería de 5-6, que se considera ácido, pero al prepararlo en frío, este pH es más alto, y esto quiere decir que es menos ácido.
Otra cosa que hace mejor para la salud al café frío, es que contiene un polisacárido, el CCP-0, que mejora la inmunidad digestiva, y según una investigación publicada en Preventive Nutrition and Food Science, ofrece inmunidad en general.
Para terminar con este tema, respecto al contenido en antioxidantes, hay que decir que el café caliente es superior. Contiene más cantidad de polifenoles, ácido clorogénico o hidroxicinamatos.
El café en frío es la mejor hidratación
Al igual que el té, por su tipo de infusionado, este café frío tiene un alto contenido en agua, y por lo tanto, es una buena fuente de hidratación en los días de verano. Ya sabemos que disfrutar de nuestro café calentito puede reconfortarnos en invierno, y gracias a la cafeína, revitalizarnos y darnos fuerza para sobrellevar el día, pero cuando el calor aprieta, y nuestro cuerpo nos pide líquidos con mayor constancia, una bebida fresquita entra mejor.
Y que mejor que un buen café frío para quitarnos la sed y el calor de un plumazo.
¿Vas a hacer ejercicio? Confía en el café frío
Por otros artículos sabemos que el café es ideal si hacemos ejercicio, tomarlo una media hora antes de salir en bici o a correr nos dará un aporte de energía y reducirá la sensación de cansancio.
Pero algunas investigaciones, como la de la Sociedad Fisiológica Americana, junto con la Universidad de Illinois y otros científicos del viejo continente, han seguido buscando más beneficios a la ingesta del café, y lo que han descubierto, es sin duda interesante:
Si tomamos el café en frío, facilitaremos la ruptura de moléculas de grasa, y esto nos ayudará a quemar 9 calorías extra por hora, además de controlar el apetito tras el entrenamiento y una mejora en las propiedades ya conocidas como reducción de dolor y mejora del esfuerzo mental, esto es, sentir menos cansancio y por lo tanto, estar más motivado, mejorando la ejecución del ejercicio.
El café en frío combina mejor
Como ya comentamos arriba, este método de infusión hará que nuestro café pierda acidez y sea algo más suave que su versión caliente, y esto permitirá apreciar otros aromas y sabores que de otra manera, no podríamos degustar.
Además, añadiéndole un toque de canela, vainilla o frutos rojos, ya sea durante la infusión o sobre el café en sí, le dará un toque aromático extra, y más matices que te permitirán jugar con nuevas sensaciones.
Así que, combinando esto con lo que vimos arriba, tendrás una bebida sabrosa, hidratante, dulce y además te puede ayudar con tu peso, pues tendrá propiedades saciantes. Todo en uno.
El café en frío, la bebida de la felicidad
Consumir café a diario tiene muchas ventajas, pero entre ellas, varios estudios han demostrado que la gente que toma café de manera habitual tiende a ser más feliz, y suele tener menos problemas relacionados con la depresión.
Esto es debido al aporte de un tipo de endorfinas que posee el café, y no solo eso, si no a que nuestra mente suele asociar su consumo con buenos momentos, ya sea una tarde con amigos en una cafetería o un café calmado después de comer.
En el caso del café frío, este último punto es mayor, pues lo asociamos más al verano, momentos de respiro, tranquilidad y placer, y no tanto al hábito de tomar nuestro café en la rutina diaria.
La cafeína más fresquita
A pesar de los pequeños detalles que hemos visto, la gran mayoría de los beneficios del café, que están asociados a la cafeína, siguen presentes en el café en frío, pues contiene una cantidad similar, siendo mayor en el café frío, por estar más tiempo en contacto con el café.
Esto se traduce en que también nos aportara los efectos que ya conocíamos sobre el sistema nervioso, como proteger de enfermedades neurodegenerativas, véase párkinson o alzhéimer, e incluso ayuda con problemas de kilos extra, pues aumenta el metabolismo, favoreciendo la pérdida de peso.
Cómo preparar café frío en casa
Lo fácil sería recurrir al hielo, haciendo un café normal, y añadiéndole cubitos para enfriarlo, pero este sistema tiene un problema, y es que con el paso del tiempo, se irá aguando, haciendo que nuestro café pierda sabor.
Por eso, vamos a ver el método «difícil», que no lo es tanto, solo es algo tedioso y lento, pero sencillo en si mismo, y nos dará un café delicioso y perfecto para tomar en épocas estivales.
- Para empezar, en un recipiente, mezclaremos café con agua del tiempo, y lo dejaremos un día completo reposando en la nevera.
- Lo mejor de este café es que puedes hacer mucha cantidad a la vez, en función de lo grande que sea el recipiente, pero las proporciones adecuadas serían las siguientes: En el recipiente, ponemos 1 parte de café por 2 de agua, y un poco más. Por ejemplo, para unos 225g de café, añadiremos aproximadamente 480ml de agua.
- Una vez cubierto el recipiente de agua, lo removeremos suavemente.
- Tapamos el recipiente, si es una botella con su tapón, si es un bol o algo sin tapa, podemos usar papel film. Tras esto lo dejamos al menos 12 horas en la nevera, si es posible, mejor 24.
- Colamos nuestro café, usando un colador de malla fina, al que le añadimos una gasa, o si tienes un filtro de café, también podría valer.
- Listo, ya tenemos nuestro café frío listo para beber o usar en alguna receta.
Ten en cuenta que como mencionamos antes, este café va a tener mayor concentración de cafeína que uno normal, ya que es un café concentrado. Si eres sensible a los efectos de la cafeína, y te cuesta conciliar el sueño, puedes probar a hacerlo con café descafeinado.
Recetas con café frío
Ya vimos cómo prepararlo, y ahora vamos a ver cómo utilizarlo. Que si, podrías beberlo tal cual y listo, pero quizá te apetezca darle un toque extra de sabor, así que yo te las dejo por aquí.
Café Fizzy Iced
Este es un café con hielo fresquito y con chispa, ya que a nuestro delicioso café frío, le vamos a añadir un toque de licor de melocotón y un chorrito de agua con gas, que le dará una textura sorprendente en forma de burbujas, fresquito y delicioso.
Ingredientes:
- 40 ml de café frío
- 3 cubitos de hielo
- 10 ml de licor de melocotón
- 90 ml de agua con gas muy fría
Preparación:
En un vaso amplio, ponemos el hielo y, por encima de este, añadimos el licor de melocotón. Tras esto, vertemos el agua con gas, intenta no echarlo desde demasiada altura para evitar que espume demasiado.
Tras esto, simplemente servimos nuestro café frío ya colado, unos 40ml, sobre el hielo, el licor y el agua con gas. Por último, simplemente, ¡disfruta!
Café con hielo y limón
Ya hablamos en algún artículo sobre la combinación del café con el limón y sus propiedades, pero hoy vamos a disfrutar de esta combinación en frío.
Ingredientes
- Una taza de café frío
- 5 cubitos de hielo
- un chorro de zumo de limón
Preparación
Esta receta también conocida como suspiro de limón en algunas regiones de España, tiene una preparación muy sencilla, pues simplemente debemos mezclarlo todo en una cubitera y menearlo bien. También puedes simplemente removerlo con una cuchara si no dispones de la cubitera, pero no quedará igual. A mayores, si quieres que el café quede más intenso, puedes dejar preparado del día anterior, unos cubitos de hielo hechos de café, así la bebida no se aguará y quedará con un sabor a café más fuerte.
Café frío con horchata
También de Valencia, al igual que el anterior café, puedes encontrar el conocido suspiro de horchata, que es muy similar al anterior, pero cambiando limón por horchata. La horchata es una bebida típica de esa región, y esta hecha de chufas, unos tubérculos que mezclados con azúcar y agua, generan esta bebida refrescante.
Ingredientes
- 2 tazas de café
- 2 tazas de horchata
Preparación
Al igual que en la receta anterior, es recomendable hacer cubitos de hielo de uno de los dos sabores, café u horchata, según que sabor queremos que sea más intenso, y repetimos el proceso, lo mezclamos todo en una cubitera y agitamos.
Si queremos que quede más tipo granizado, podemos usar una batidora de vaso, y batimos durante unos segundos, haciendo que el hielo se rompa, pero que todavía sea visible. Puedes beberlo directamente o adornarlo con una pajita, como se suele beber la horchata.
Café frío Iced Rosemary Latte
Esta curiosa receta le da un buen giro al clásico café con leche y hielo, y en la que, en vez de azúcar, usaremos un licor de caramelo. Sin embargo, lo que le da el nombre, no es otra cosa que el toque de romero fresco que colocaremos en este café.
Ingredientes
- 40 ml de café frío
- 90 ml de Leche muy fría
- 3 cubitos de hielo
- 3 ramas de Romero
- 10 ml de Sirope de caramelo salado
Preparación
Para este café, debemos infusionar el café con el romero, por eso, si usamos nuestro café frío, es recomendable meter 2 ramitas de romero mientras esta en la nevera, para que al igual que con el café, el agua absorba los aromas del romero. Otra manera sería usar café caliente recién hecho y servirlo sobre estas ramas de romero unos minutos, tras esto, quitamos la hierba aromática y dejamos enfriar el café de forma natural.
Espumamos la leche fría con una varilla eléctrica o espumador, y una vez esté lista, nos preparamos para servir nuestro café Rosemary.
En un vaso, colocamos el hielo (Podemos hacer el truco de congelar café las anteriores recetas para que quede más intenso), y sobre este, servimos el licor de caramelo. Una vez asentado, colocamos la espuma de leche fría, y por último, el café.
Para darle el toque final, decoramos con media ramita de romero, y listo para disfrutar.
Como ves, el café frío es saludable, y además, da para un montón de recetas fresquitas y deliciosas, así que, si el calor te azota, no esperes más y a refréscate con alguno de estos sabrosos cafés.