Desde siempre hemos soñado con el futuro, y de estos pensamientos han surgido un montón de historias, algunas más realistas, otras más fantasiosas, pero que querían mostrar la imagen de nuestro mundo en un futuro.
Y muchas de estas, como Regreso al futuro, fueron un poco optimistas respecto a lo que el futuro iba a ser. Sin embargo, hay ciertas cosas que si han llegado a nuestras vidas y parecen del futuro.
Y hablo del café en cápsulas. Puede que suene exagerado, pero el echo de poner una cápsula en la cafetera, darle a un botón, y que de ahí salga cualquier preparación, me parece algo bastante increíble.
Café solo, café con leche, largo, corto, cacao, chococcino y un larguísimo etcétera de preparaciones que llegan encapsuladas a nuestra casa, se ponen en la máquina, y voila, en unos segundos esta listo.
Y está claro que este formato vende, pues pronto vamos a disponer de cápsulas no solo de café, si no que incluso tendremos cápsulas de zumo y hasta de sopas… ¿La comida del futuro?
Contenidos
El negocio del café en cápsulas
La popularización del café en capsulas ha sido rápida y ya mueve 620 millones de euros al año solo en España.
Y es un mercado que sigue explorando y creciendo, así como nos llegaron los chocolates o tés en capsula llegan también nuevas tendencias.
Estoy hablando de zumos y caldos en cápsulas, algo que a priori puede sonar genuinamente extraño pero que empieza a conquistar a más gente. Sobre todo a aquellos que prefieren preparaciones rápidas y sencillas, para poder tomarse un zumo concentrado al desayunar sin tener que exprimir la fruta, con lo que cuesta después limpiar el exprimidor…
O que quieren una comida rápida y calentita, para los días de frío sobre todo y que ya se puede comprar a través de Internet.
Al final, la popularidad de estas cápsulas llevan a nuevas innovaciones y una fuerte apuesta al comercio por internet. Incluso el Instituto Nacional de Estadística lo tiene en cuenta a la hora de calcular el gasto de los hogares españoles desde 2018
Dinero en cápsulas
La subida en la demanda de las cápsulas de café la ha posicionado en segundo lugar como el formato más consumido de café según datos de la consultora IRI.
Algo que nadie esperaría es que se consuma más que el café soluble y en grano, solo esta por detrás del café molido.
También concentra más de la mitad de los ingresos totales de venta de café y sigue aumentando su demanda a un ritmo del 1,5% a pesar de que el consumo de café ha iniciado una senda de retroceso.
A pesar de todo esto, el precio del café monodosis solo ha subido un 1% en los últimos 12 meses mientras que el café molido se encareció en un 7,3%, el café en grano un 5,5% y el café soluble en un 4% según el IRI.
Así, entre su precio tan asequible, la comodidad de preparación y el como mantiene su sabor, los especialistas esperan que el café en cápsulas cada vez sea más popular, sobre todo entre aquellos que intentan controlar sus gastos.
Zumo en cápsulas
Podría sonar extraño zumo en cápsulas, pero desde hace un año que las cápsulas de zumo concentrado compatibles con las cafeteras salieron al mercado.
Y su popularidad no es poca, se han vendido aproximadamente cinco millones de estas monodosis en España, según cálculos de Zutec, marca que vende zumos de naranja, manzana y melocotón en plataformas de comercio electrónico.
Aún así no es un formato único de la venta online. Esta misma marca también ha empezado a hacer negocio en la distribución además de a algunos minoristas.
Entrar en el gigante de la distribución en línea supone para cualquier empresa un hito fundamental, sobre todo para poder validar el productor y tener un contacto directo con el cliente. Gracias a todo esto han podido comprobar su aceptación en el mercado y así poder asegurar la idoneidad del producto para el canal físico.
Con todo esto, tienen ambiciosos planes de llegar a Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica, Austria, Suiza, Dinamarca, Omán, Marruecos, Baréin, Israel, EE UU y Andorra entre otros.
Obviamente, no son como las cápsulas de café, estas contienen zumo concentrado 100% con materias primas seleccionadas en España.
Con sus zumos de naranjas de Valencia y Sevilla, melocotones de Murcia y Lleida y manzanas de Lleida, algún día tendremos este formato en todos los supermercados.
¿La comida del futuro?: caldo en cápsulas
En el caso del caldo en cápsulas la cosa se complica un poco más. La idea surgió hace unos años y ha habido ensayos en la gran distribución.
Pero el principal canal de venta de caldo en cápsulas, Suppacaps, todavía opera únicamente en su página web con las limitaciones que eso conlleva.
Aún así, no es un negocio que vaya a desaparecer, sin ser la actividad principal de esta empresa, ya han vendido 120.000 cápsulas de caldos en un año, con variedades de pollo, verduras, carne, pescado y miso. Además también tienen planes de futuro internacional, buscando exportar, principalmente, a mercados árabes, para lo que están trabajando en su certificado halal.
Esto nos lleva a pensar que la industria y el futuro de la alimentación van a estar muy marcados por la innovación de formatos, cómodo, sano y aún así delicioso.
La fabricación de las cápsulas de café
Ahora que hemos hablado de tantos formatos de cápsulas, uno se pregunta como se harán estas capsulillas con delicioso contenido.
Esta tecnología guarda cierta relación con algunos problemas vinculados a su consumo, ciertos compuestos químicos que pueden ser potencialmente perjudiciales para la salud además de difíciles de reciclar.
También es importante saber que existen diferentes formas de procesar el café, ya sea de cápsula, en grano, molido o soluble. Así se encuentran dos tipos de cafés diferenciados, el de tueste natural y el torrefacto.
El café torrefacto, es aquél que se tuesta recubierto de una capa de azúcar externo y que le da ese sabor a quemado tan característico y otras propiedades organolépticas intensas. Como ya os comenté, no es la mejor opción para la salud, por eso es importante priorizar los tuestes naturales ante los torrefactos.
Aun así, el gusto es importante y ambos tipos de cafés se pueden encontrar en formato de cápsula, al igual que los cafés molidos, solubles o en grano.
Encapsulando café
El proceso empieza en los silos, donde se almacena el café en sacos. Una vez se abren estos sacos, pasa por un proceso de limpieza para eliminar polvo e impurezas que se acumulan en la recolección y el transporte.
Tras esto empieza la criba para quitar impurezas que no se fueron con la limpieza en una «despredadora», una máquina programada para detectar dichas impurezas. Acto seguido el grano pasa por un imán para asegurarse de que no se mezcla ningún resto férrico, ya que podrían colarse grapas de los sacos o pequeños tornillos
Con los granos ya limpios, se vuelven a introducir en el silo para elaborar la fórmula y poder conseguir la mejor mezcla de café que se pueda fabricar. Cada fabricante tiene su propia fórmula secreta que les diferencia de las otras marcas, receta secreta que desarrollan en sus propios laboratorios.
Ahora que ya tenemos la receta lista, se pasa a tostar el grano de café, consiguiendo el tueste perfecto para el tipo de café que se esta haciendo y, por ultimo, se muele.
Y, ahora, lo importante, las cápsulas de café. Estas se rellenan con un café molido al máximo para que la máquina pueda aprovechar todo el sabor y el aroma de dicho café. Este pasa por un proceso de envasado, cerrándose herméticamente con un papel o plástico especial, en el que se imprime un código de barras, que indicará a la máquina cuanta agua debe servir.
Sólo queda que lo pongas en tu cafetera y pulses el botón para poder tomar ese café y disfrutar de su sabor y aroma, que por la mañana que tanto nos ayuda a llevar el día.
Cafeína en cápsulas
Ya sabemos como se encapsula el café, pero también es importante saber las cantidades de cafeína que consumimos, ya que no deberíamos exceder los 400 mg al día.
En el café en cápsulas tenemos variedades tanto arábica como robusta, tipos de granos con diferentes matices organolépticos pero también con diferentes cantidades de cafeína, siendo robusta un café con mayor contenido de cafeína.
Además de el tipo grano de café, hay otras variables que influyen en las cantidades de cafeína como el grado de tueste o el formato de preparación. No podemos hablar en términos exactos, ya que aún no existe ninguna investigación profunda que permita comparar el contenido de cafeína entre las distintas formas de preparar café.
Comparativas y estudios del café en cápsulas
Pero si podemos aproximar las cantidades y sabemos que un café en capsulas contiene una media de 55-65 mg de cafeína, pudiendo aumentar esta hasta los 90 mg en algunas variedades especiales de este café encapsulado.
Un estudio publicado en la revista Nutrition and Health ha intentado arrojar más luz sobre este asunto analizando el contenido de diferentes cápsulas de la conocida marca Nespresso. Lo que encontraron los investigadores fue una variación notable de la cafeína que contenía la cápsula respecto a la que venía indicada en el envase.
Esto no significa que debamos evitar el café de cápsulas ya que este estudio solo demostró lo complejo de controlar la cantidad de cafeína consumida en cada café unitario.
También podemos consultar en la EFSA la cantidad de cafeína que contienen el resto de preparaciones de café existentes.
Sus informes estiman que el café espresso contiene unos 80 mg de cafeína por cada 60 ml y una taza de café filtrado contiene 90 mg de cafeína por cada 200 ml de café.
Esto concluye que el café en cápsulas contiene menos cafeína que el café filtrado o espresso, por tanto puede resultar más conveniente para aquellos que intentan controlar el consumo de cafeína.
Para acabar
En resumen, esta claro que te guste más o menos, el café en cápsulas ha llegado para quedarse. Ya sea por su precio, o su comodidad, esta moviendo muchísimo dinero en una industria que lleva siglos vendiendo uno de los productos más consumidos del globo.
Y está claro que si funciona con el café, ¿Por qué no va a funcionar con otras cosas?
Ahorrarte montar el exprimidor, el trabajo de exprimir la naranja y luego lavar el cacharro… la comodidad acaba tirando mucho, y si el sabor es suficientemente bueno, está claro que acabará siendo un éxito.
El caso del caldo quizá sea algo más complejo, por que tiene la competencia de las pastillas de concentrado que están muy instauradas, aunque puede que haya un público al que le venga perfecto un caldo monodosis para días muy puntuales. Aún así, no creo que se convierta en la comida del futuro… pero quien sabe, quizá en unos años aparezcan filetes en cápsulas.
Aunque para que esto suceda, deben trabajar en el mayor punto débil de este tipo de cafés, zumos y caldos, y es lo complejo que es de reciclar las famosas cápsulas y el impacto medioambiental que acaban generando.
¿Serán capaces de superar ese bache?