Cada mañana, cuando suena el despertador, miles de personas no piensan en otra cosa que no sea tomarse un café. Café solo, café con leche, con o sin azúcar… pero necesitan su café mañanero, al que, probablemente, seguirán otros.
El café es el motor mañanero de muchísima gente, así que no podemos dejar de preguntarnos ¿Sabe toda esa gente que su costumbre de tomar café por las mañanas es un beneficio para su salud?
Nos han dicho siempre que el café no es sano, que nos quita el sueño si lo tomamos antes de dormir, que es un problema si tenemos hipertensión, que no podemos excedernos porque es altamente perjudicial para nuestro organismo, etc. Pero desde hace muchos años, los estudios científicos acerca del café, nos anuncian que el café tiene un efecto protector para nuestro organismo.
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Estudios sobre el café
El catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Martínez González, ha explicado en más de una ocasión que uno de los mitos más arraigados en la gente, es que el café tiene un efecto perjudicial para la salud. Miguel Ángel Martínez asevera que el café es una mezcla de sustancias muy compleja, que tiene sustancias como el ácido clorogénico que son beneficiosos para nuestra salud.
Muchos estudios dicen que, a largo plazo, el café reduce considerablemente el riesgo de mortalidad por cáncer, mortalidad cardiovascular, mortalidad por diabetes, mortalidad por cáncer hepático… Martínez González asegura que no existen evidencias científicas que justifiquen el prohibir el café. Tres o cuatro tazas diarias de café, son saludables e incluso recomendables.
Café y esperanza de vida
En los años 90, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, incluyó el café como posible sustancia cancerígena. Este mismo organismo decidió en 2016 que, después de revisar mas de un millar de estudios realizados tanto en humanos como en animales, no existía ni una sola evidencia científica que determinase de una forma absoluta, que el café fuese una de las causas que produce cáncer.
El Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, publicó un estudio en la American Journal of clinical Nutrition, en 2018, en el que, su conclusión, aseguraba que, claramente, el consumo habitual de café, estaba directamente relacionado con una vida más larga. Es decir, el café, consumido de forma habitual, alarga la vida.
En este estudio, se demostró a través de sus resultados, que el consumo de café estaba asociado con una menor mortalidad, y esto queda constatado en cualquier tipo de café. Que daba igual si era café con cafeína, descafeinado, soluble o de máquina.
En el estudio se concluyó que este efecto protector es mucho más evidente en personas de más de 55 años, y su tendencia de respuesta directa, estaba en rango de consumo de entre 1 y 6 tazas de café al día.
Estudios sobre el café y la mente
Pero hoy hablaremos de otros estudios. Uno de ellos, realizado también por Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición en colaboración con el instituto de investigación Sanitaria Pere Virgile, concluyó que el consumo de café está relacionado con un menor deterioro cognitivo.
La autora de este estudio es Indira Paz Graniel, que asegura que este efecto, caracterizado por un menor índice de deterioro cognitivo, está más relacionado con el café con cafeína.
La investigación de Indira Paz se centró en estudiar a más de 6400 personas con sobrepeso y obesidad, todas ellas participantes de un ensayo clínico que se estaba realizando en múltiples centros de salud españoles.
El objetivo de este estudio era determinar si la dieta mediterránea, acompañada de una restricción calórica determinada, pensada para que la gente perdiese peso saludablemente, era mejor o peor que la dieta mediterránea sin restricciones.
Resultados de la investigación
El estudio, esta investigación, se publicó en el European Journal of Nutrition, y se midieron los diferentes dominios cognitivos mediante una batería de test neuropsicológicos: Memoria, registro, concentración, orientación, tiempo de procesamiento, tiempo de reacción, atención, y otras muchas. Observaron que las personas que consumían café de forma habitual, diaria de hecho, tenían mucho menor riesgo de deterioro.
Este hecho se produce cuando se consumen más de dos tazas de café, normal, donde cada taza tiene, aproximadamente, 50 ml .
Si el consumo de café y, por supuesto, cafeína, era menor que estas cifras, no tenía efecto. Pero ya con dos tazas de café se veía un efecto positivo.
Se buscaron razones que justificaran la asociación entre el café y su consumo diario, con el deterioro cognitivo. Una de estas razones se cree que es la interacción sinérgica entre los compuestos bioactivos del café.
Componentes del café que nos benefician
Los componentes fenólicos del café, que tienen una propiedades antioxidantes más que confirmadas, son los responsables de que el estrés oxidativo se vea menor. Este estrés se produce cuando comienza a padecer patologías paralelas, como diabetes, hipertensión, síndromes metabólicos, en definitiva, patologías que aumentan considerablemente un riesgo de deterioro cognitivo evidente. Inflamación de las neuronas, que se conjugan con otros componentes del café, podrían desvanecer o atenuar la producción de un péptido en particular, el beta amiloide, el cual está demostrado que es un factor de riesgo evidente en el desarrollo del Alzheimer.
De esta forma, se determinó que el consumo de café sería clave en la prevención del daño neuronal, evitando la afectación de la sinapsis evitando la acumulación de péptido beta amiloide a ese nivel neuronal, que además, si está en niveles elevados, tiene efectos tóxicos provocando ese deterioro cognitivo.
Es obvio que debemos tener en cuenta factores tan importantes como la genética, nivel educativo, edad, otras enfermedades, y también que es necesario realizar muchos más estudios con opciones más abiertas por contrastar, y que corroboren de forma positiva, los efectos positivos del café y si recomendar el consumo de café como una medida preventiva del deterioro cognitivo en personas mayores.
Café y corazón
Otro tema que tiene que ver con la salud y el consumo del café, es el de la hipertensión arterial. Siempre nos han dicho que si teníamos esta enfermedad, debíamos evitar tomar café, ya que podía ser muy perjudicial, pero, realmente, una persona que lleva tomando café toda la vida, y que padece hipertensión y/o diabetes, no tiene más probabilidades de tener problemas cardiovasculares, o de tener un infarto de miocardio, o un segundo infarto, si ya ha sufrido uno.
Una de las investigadores del departamento de medicina preventiva y salud pública y microbiología de la UAM, Universidad Autónoma de Madrid, Rosario Ortolá, explicó en uno de sus artículos que es cierto que con la ingesta de café, puede elevar los niveles de presión arterial, pero también es cierto que si quien consume café de forma muy regular, adquiere una tolerancia bastante intensa a la cafeína. Esta es la razón principal de por qué ese aumento de la hipertensión no es constante, no se mantiene en el tiempo. Es decir, alguien acostumbrado a beber café, un par de tazas diarias, tiene una tolerancia, o resistencia a la cafeína, y eso hace que la reacción sea mínima.
Otra cosa que hay que tener muy clara, es que el hecho de que el café es una bebida saludable, no significa que sea una bebida milagrosa. No existen alimentos, bebidas ni nada que sea milagroso, y el café no es una excepción.
Café y cáncer de mama
Hablemos de más estudios. Estefanía Toledo publicó un estudio en European Journal of nutrition, relaciona el consumo del café con una menor incidencia de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas. El estudio se hizo con más de 10200 mujeres con estudios superiores, analizando las consecuencias de su estilo de vida. Estudiaron el historial médico, el ejercicio físico, los hábitos de vida, la frecuencia de consumo de más de 130 alimentos habituales, entre ellos el café.
Se llegó a la conclusión de que el café era uno de esos alimentos, bebidas mejor dicho, que tenía un efecto de protección frente a este tipo de cáncer, y que este efecto era evidente incluso en el café descafeinado.
Pero ¿es el café en sí mismo el que tiene este efecto? Muchos expertos, autores de estudios referentes a este tema, aseguran que probablemente no es la cafeína la que le otorga esta cualidad, sino que probablemente eran los ácidos diterpenos, los ácidos clorogénicos, los ácidos fenólicos, que tienen propiedades comprobadas de antioxidantes, antitumorales, antiinflamatorias, que si ofrecen esta protección.
Ahora vienen preguntas de las una respuesta es complicada. ¿Qué fue antes el huevo o la gallina? Esto es lo mismo, el café es bueno para nuestra salud, o es tener una buena salud lo que nos hace querer consumir café?
¿Café y salud o salud y café?
El estudio del Centro de investigación biomédica en red epidemiología y salud pública, junto con el imdea de alimentación, escrito por Rosario Ortolá, mencionada anteriormente en este artículo, y que fue publicado en The journal of nutrition, analizó si el café era la razón evidente de una buena salud, o al contrario, era la buena la salud la que nos motivaba a consumir café de forma regular y continuada en la vida adulta.
En él, se comenta que los estudios observacionales son complicados, porque hay que evaluar y analizar problemas que nos pueden dar como respuesta una causalidad inversa. ¿Qué significa esto? Nunca sabremos si la salud la da el consumo del café, o es que nos sentimos bien, saludables, en forma, y nos apetece el café. Sin embargo, Ortola no se dio por vencida y siguió investigando, y analizó los datos de más de 700 adultos españoles, todos mayores de 60 años, que consumían café de forma habitual.
Esos datos incluían el consumo de café normal, el consumo de café sin cafeína, el estado de salud de cada uno de los individuos y llegaron a la conclusión de que el estado de salud de cada uno de ellos, influía directamente en la cantidad de café que consumen.
Resultados de la investigación sobre el café
Descubrió que cuanto peor era la salud de los individuos, es decir, a medida que empeoraba el estado de salud general del individuo, menor era el consumo de café. Y ya no solo menor cantidad, sino también menor frecuencia de consumo.
Se comprobó que existía la causalidad inversa en esta asociación entre el consumo de café y la salud… pero es que la salud influye en el consumo.
¿Cuáles fueron los factores decisivos para dejar de tomar café con cafeína? porque hay que destacar que la disminución de la cantidad y frecuencia de consumo de café, fue en café con cafeína. Pero los factores que determinaron esta disminución fue el deterioro funcional y la salud mental, o mejor dicho, la percepción por parte del individuo de su propio deterioro funcional y de su salud mental. Incluso la aparición de hipertensión arterial, y la creencia de que el café es perjudicial con esta patología.
En definitiva, el café, consumido de forma moderada, está más que recomendado en una dieta saludable, acompañado de hábitos de estilo de vida saludables.
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