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Café de pota: Cómo preparar esta delicia gallega

Cafeteras

Cada región tiene su sabor de café preferido, pero también sus formas preferidas de prepararlo, como puede ser el café turco.

Por eso, si alguna vez has ido a alguna fiesta en Galicia, es probablemente que te hayan ofrecido ese particular café de pota.

Desde luego que es el café que se sirve después de cualquier comida familiar copiosa o incluso en algunas bodas.

Es, sin duda, un sello distintivo de la sobremesa gallega, junto a su popular licor café, por que si en Galicia hay algo que sepan hacer bien, es bebidas con café.

Si nunca has catado este café tan peculiar, es algo digno de probar la próxima vez que vayas a Galicia.

Y si no, siempre puedes aprender a hacerlo tu mismo, al fin y al cabo es un café con siglos de historia y realmente sencillo de hacer.

Contenidos

El café de pota ¿Qué es?

Es probable que alguna vez hayas oído hablar sobre cafés que, antiguamente, se preparaban colándolos en un calcetín, básicamente así se prepara un café de pota.

Aunque hay que decir que la idea de que se usase un calcetín suena un poco a leyenda urbana, quien sabe si alguien alguna vez probó a filtrar su café en un calcetín.

Lo que si es cierto es que se usaban paños de algún tipo para colar el café, o incluso coladores de tela específicos, sin necesidad de usar ninguna prenda de uso diario.

Si nos vamos a la definición más concreta, el café de pota es una infusión directa de café, sin aplicarle presión ni altas temperaturas.

Claro que esa es la definición más técnica, la mayoría de los gallegos lo conocen como el café que se hacía en casa de los abuelos o en la casa del pueblo.

Y justamente por esto, el café de pota es todo un símbolo, ligado directamente a las tradiciones gallegas y recordando a esas sobremesas que se alargan durante horas.

Al fin y al cabo es el café que se prepara después de un gran banquete y, normalmente, preparada en fiestas o reuniones familiares.

Si que es cierto que no tiene que ser un café preparado en casa, ya que una de las ventajas del café de pota es que se puede preparar en grandes cantidades.

Por tanto, en Galicia, en muchos restaurantes de pueblo o churrasquería de feria te puedes encontrar con que cuando pidas tu café para la sobremesa te lleguen con un buen café de pota.

Y ya sea un buen cocido, una empanada o unas buenas raciones de pulpo, es un café que se agradece mucho en esas sobremesas.

Además, no es un café que se tome a prisas, no es como ese café rápido que te puedes tomar por la mañana, es un café que se toma mientras conversas, en esas sobremesas que se pueden alargar hasta la cena.

Claro que mucha gente añade unos licores de hierbas a esa taza de café o lo apura un poco más para rematar la comida con unos buenos chupitos de diferentes licores.

Al final cada uno le añade lo que más le apetezca, mientras que unos podemos añadirle leche y azúcar otros le añaden esas famosas gotas de aguardiente que son más bien un buen chorro.

Pero aún así, este café de pota tiene un pedazo de la historia y la tradición gallega en cada taza, con este café se saborea el verdadero sabor a Galicia.

Herramientas para un buen café de pota

Obviamente un café así exige una preparación concreta, pero por lo menos no es complicada, ya que solo se necesita una pota de peltre.

La pota, o si no conoces la palabra gallega olla de peltre, es la típica olla que se ponía sobre las cocinas de hierro, suelen tener un color marrón muy reconocible en el exterior.

Es cierto que puedes usar cualquier pota, o olla, que tengas por casa, pero si quieres hacer el café de pota acorde a la tradición, esta es la pota que deberías usar.

A mayores, no solo por la tradición, si no que tras años de elaboración, se ha comprobado que este tipo de potas son las que mejores resultados consiguen para realizar este café.

Si no tienes a mano una de estas potas, solo necesitas una olla que sea lo suficientemente grande como para poder llenarla con al menos un litro de agua.

A mayores también es recomendable tener un molinillo de café para poder tener el café recién molido en la molienda perfecta.

Además conviene usar un cucharón para poder mezclar el café con el agua a la perfección y que así libere bien todos sus aromas y sabores.

También necesitarás el colador de tela, lo que viene a ser el tradicional calcetín pero que a día de hoy puedes encontrar en cualquier bazar.

Para poder colar el café, vas a necesitar una jarra en la que te pueda entrar todo el contenido y, en caso de que quieras guardarlo para mas tarde, conviene usar un termo para que mantenga sus propiedades y calor.

En cuanto a tazas, unas tazas de café te hacen el apaño, pero lo más común es servirlo en vasos de cristal, o al menos es lo que se considera más tradicional en muchos de los lugares donde se sigue preparando el café de pota.

Claro que la forma más conocida de tomar el café de pota es en las famosas cuncas, pero no son tan accesibles como una taza o un vaso.

Preparando un buen café de pota

Es cierto que la elaboración de este café no es estrictamente compleja, pero conviene seguir ciertos pasos para que salga un café de pota realmente delicioso.

Para empezar, con un café así, es importante partir de una buena materia prima, es decir un grano de café bueno y de calidad que nos dará un café con mucho sabor y aroma.

Lo ideal es moler el café en el momento, en un molinillo ya sea manual, si quieres la experiencia más tradicional, o eléctrico.

La molienda ideal es incluso más gruesa que la que se usaría en una cafetera, ya que así puede liberar todos sus aromas a la hora de infusionarlo.

Este grosor hace que los aromas se liberen de una forma más gradual y además evita que puedan aparecer matices indeseados.

La proporción correcta sería de unos 70-80 gramos de café molido por cada litro de agua que se eche en la pota.

Se pone el agua al fuego evitando que esta hierva, lo ideal es que el agua este en torno a los 80º centígrados.

Pero no se necesita un termómetro, solo hay que evitar que las burbujas que se van formando al fondo de la pota, suban a la superficie.

Esto se hace por que si no, el exceso de temperatura podría quemar compuestos aromáticos del café haciendo que este pierda sabor y matices.

Una vez se ha calentado el agua a esta temperatura, la retiras del fuego y le añadimos el café recién molido.

Es el momento de usar la cuchara, remueve con cuidado la mezcla y deja que esta infusione durante unos 3 o 4 minutos, tiempo ideal para evitar que empiecen a aparecer tonos terrosos y matices que no interesan.

Ahora solo tienes que colar la infusión por el calcetín o colador de tela que hayas conseguido.

Puedes colar el café en la jarra o directamente en la taza, vaso o cunca que vayas a utilizar para beberlo.

Lo más usual en cafés tan grandes es colarlo en la jarra que luego se pondría en la mesa para que cada uno pudiese servirse al gusto.

Y ya tienes tu café, perfecto para la sobremesa, y listo para añadirle licores, azúcar, leche o los ingredientes que mejor se adapten a tus gustos.

Consejos

Finalmente, vamos a ver unos truquitos para descubrir alguno de los secretos ocultos de este café:

  • Hay quien a este café de pota le añade canela o incluso cardamomo en lugar de azúcar o leche, pero depende del gusto de cada uno. Estos ingredientes deben añadirse en la pota para que los aromas de la canela o el cardamomo se mezclen bien con los del café.
  • También puedes añadir el azúcar directamente en la jarra, pero personalmente no es algo que recomiendo puesto que cada persona tiene sus manías respecto a las cantidades de este edulcorante. Si quieres añadir el azúcar en la jarra, lo ideal sería usar azúcar moreno y no más de 60 gramos por litro de café.
  • En cuanto a niveles de cafeína, si que es cierto que es un café más ligero y con menos cuerpo, pero su elaboración provoca una mayor extracción de cafeína. Eso explica desde luego que las sobremesas sean realmente animadas y se puedan llegar a alargar durante horas, pero es recomendable no tomar más de dos cafés de pota en un día. Al fin y al cabo no es buena idea pasarse de los niveles de cafeína recomendados, el café de pota está muy bueno pero no compensa si te va a sentar mal.

Y con esto ya sabes todo lo que necesitas saber sobre el café de pota, ahora ya sabes que probar la próxima vez que vayas a Galicia.

Quien sabe, igual encuentras tu forma de preparación favorita, al final este café sigue siendo realmente popular en esta comunidad autónoma.

No solo por lo cómodo de preparar para grandes cantidades de gente, si no por la tradición y su inigualable sabor.