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Cómo preparar un buen café en casa

No hay dos cafés iguales. Podemos usar la misma técnica, la misma elaboración, el mismo tipo de café, incluso usando el café del mismo paquete, no tienen por qué ser iguales, de hecho, no suelen serlo.

Más o menos café, el tipo de agua, todo varía y nos da la opción de degustar sabores diferentes en cada taza.  Es parte de la magia y del encanto de una bebida que muchos han querido describir como enigmática.

Su sabor, su aroma, su cuerpo, todo ello lo hacen ser lo que es: una delicia.

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¿Cómo se hace un buen café?

Lo más importante, y estaremos de acuerdo en ello, es comprar un café de calidad. Es imposible preparar algo intenso, rico, delicioso mejor dicho, si la materia prima no es de una calidad excelsa.

Debemos atender el tipo de café, el grado de molienda, de tueste, ya que esto determina sabor y aroma, y por tanto, el café en sí mismo. ¿Lo quieres fuerte? Robusta, ¿aromático y delicado? Arábica. ¿Sin cafeína? Pues, obviamente, descafeinado. Natural, mezcla, instantáneo, de molienda fina, de molienda gruesa

Hemos decidido que café comprar, y ahora

¿Cómo se guarda el café una vez abierto?

Según pasa el tiempo, un café cuyo paquete hemos abierto y no hemos mantenido en las condiciones óptimas, pierde aroma, y pierde sabor.

El café debe ser guardado en un recipiente hermético,  bien cerrado, que impida su oxidación, y nos permita mantener el aroma, y por ende, el sabor.

Este recipiente debe ser opaco, para evitar que la luz lo oxide, y hermético, para evitar que le entre el aire. El lugar donde lo almacenemos debe ser un lugar fresco, y seco.

Deberemos tener en cuenta algo importante: El café se conserva mejor, y mantiene sus propiedades, en grano que molido. Y en caso de molerlo en casa, su aroma se perpetua tan solo 15 minutos desde la molienda, por lo que se debe moler justo antes de prepararlo, evitando así que pierda sus características.

Ya lo hemos visto en otros artículos, donde explicábamos que la cafetera que empleemos para realizar nuestro café, también define, en gran parte, el sabor y el aroma de nuestra bebida.

Es por esto que si lo quieres con crema, aroma, cuerpo… usarás una tipo de cafetera específico, pero si lo quieres suave, usarás otra, rapidez, limpieza… todo cuenta. En cualquier caso, será delicioso.

Grado de molienda del café

¿Importa el grado de molienda? ¡Por supuesto! Da igual si lo has molido en tu casa, o lo has comprado molido, el tamaño del grano importa, ya que determina la cafetera que vas a poder usar. Unas aceptan cualquier tipo de grano, pero algunas son más selectivas. Es por esto que necesitas un café de molido fino para una expresso o una italiana, pero puede ser más grueso en una prensa francesa, o en una softbrew.

En la escuela nos enseñan que el agua es incolora, inodora e insípida, pero a lo largo de la vida, todos aprendemos que el agua…. Si tiene sabor. Los cloros, los filtrados, los tratamientos salubres, cambian el sabor del agua, y qué decir si es mineral, ya que cada manantial, tiene unas características.

La importancia del agua en el café

¿Qué agua debemos usar para nuestro café? Esto es una elección del consumidor, los hay quienes con agua del grifo, les gusta y les tiene un gran sabor.

Podemos usar agua mineral, o agua filtrada.  Sea como sea, el agua de mineralización débil es la más adecuada, junto con la filtrada, ya que aporta menos, o ningún, sabor a café.

Además, y esto es importante, el agua mineral y filtrada, no tiene cal, por lo que no se adhiere a los mecanismos de nuestra cafetera, asegurándonos más limpieza y menos deterioro.

Las tazas de café

Por último, y no menos importante, vamos a hablar de las tazas de café. Siempre parece que obviamos este detalle, y puede ser determinante: Recordemos que el sabor del café nos llega principalmente a través del olfato, por lo que el diseño de la taza puede afectar a como recibimos estos aromas.

No es lo mismo tomar un latte en un vaso, que en una taza.

No sabe igual un expreso en un pocillo grueso, cónico, que en una taza abierta.

De hecho, un truquito: si quieres un café expreso en casa, con su espuma y su crema, prueba a prepararlo en un pocillo de fondo redondeado y verás cómo cambia el resultado.

A decir verdad, esto es como todo, a cada uno nos gusta de una manera… fuerte, suave, americano, expreso, latte, capuccino, largo, corto, cortado… lo importante en definitiva es que nos guste.


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