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¿Por qué se cree que el café viene de Colombia?

Casi a todo el mundo, si le preguntas de donde es el café, te dice que de Colombia. La publicidad que se hizo de este hecho, fue brutal y nos llegó hasta el fondo, asimilando sin lugar a dudas, que el café viene de allí.

Como hemos hablado el artículos sobre cafeterías, esto, no es cierto. El café proviene de la península Arábiga, Etiopía para ser más exactos.

La publicidad y Juan Valdés nos llegaron, nos calaron, y nos hacen asegurar con vehemencia esa creencia, pero no, el café no es oriundo de Colombia. Pero ¿Cuándo llegó allí?

Contenidos

Primeras referencias del café en América

Las fechas se confunden, pues hay quien dice que el café llegó a América en 1668, mientras que otras fuentes afirman que fue unos 21 años después, en 1689.

Después de leer muchas fuentes, nosotros hemos creído que un mix de todas es la mejor manera de acercarnos a la verdad, por lo que esta es nuestra apuesta personal. Esperamos ser lo más fieles a la verdad histórica, pero bueno, eres libre de escoger una diferente.

Sabemos que la primera referencia escrita sobre la ingesta de café en Norteamérica data de 1668. Es poco después de esta fecha que se empezaron a abrir establecimientos dedicados a la explotación de esta bebida en Boston, Nueva York, Filadelfia, y otras tantas. Aunque se cree que la primera cafetería, tal y como las entendemos, abierta en Norteamérica fue en Boston, en 1689.

Se sabe, de hecho, que el motín del Té de Boston, o la Boston Tea Party, que sucedió en 1773, fue orquestada en una cafetería de la ciudad, el Green Dragon. Los rebeldes de la ciudad lanzaron al mar todo el té que importaban, como protesta a los impuestos que la corona británica imponía sobre la ciudad.

Destacaremos que la bolsa de Nueva York  empezó siendo una cafetería. Así que sí, afirmamos que Wall Street nació entre cafés.

El café fue aceptado socialmente, en occidente, ya entrado el siglo XVIII, cuando la costumbre de desayunarlo con leche apareció para quedarse. Costumbre que continua a día de hoy.

Pero, hasta ese momento se importaban los granos de café desde Europa, ¿Cuándo empezaron los americanos a cultivarlo?

¿Cómo comenzó el cultivo de café en América?

Los americanos empezaron a cultivar café en la segunda década del siglo XVIII. Esta es una de esas historias bonitas y románticas, de esas que fascinan porque tiene de todo. Dicen que Gabriel Mathieu de Clieu, oficial de la marina francesa que estaba prestando servicio en Martinica, consiguió un permiso para visitar Paris.

Gabriel era un galán consciente de su atractivo y su encanto personal, y apoyándose en eso, y con alguna que otra ayuda desinteresada, compró una planta de café para llevársela de vuelta a Martinica.

Nuestro galán metió la planta de café en una caja de cristal, que guardó en cubierta para evitar que el agua salada le hiciese daño, y al mismo tiempo mantenerlo a una temperatura adecuada. Fue un viaje de todo menos tranquilo, o al menos es lo que nuestro amigo Clieu dejó por escrito en su diario, donde cuenta cómo fueron perseguidos por piratas tunecinos, fueron víctimas de una gran tormenta que hizo peligrar la integridad de la planta, la cual tuvieron que atar al casco del barco. Gabriel tuvo, incluso, que enfrentarse a la envidia en el propio navío, donde un miembro de su tripulación intentó sabotear la planta y destruirla. Tuvieron una gran pelea ambos marinos, siendo la única víctima una de las ramas de la planta de café, que finalmente, sobrevivió.

Como si esto hubiese sabido poco, el viento cesó y el buque en el que viajaban Gabriel y el café, se detuvo en medio del océano. El agua potable empezó a escasear y fue racionada. En un gesto altruista, y así fue narrado, Gabriel cedió la porción de agua que le correspondía a la planta de café a la tripulación del buque. Pese a semejante inconveniente, Gabriel y el arbusto de café, sobrevivieron.

¡Pero no fue todo! El arbusto llego a tierra. ¡Menos mal! ¡Después de todo lo que había pasado! Lo plantaron en Preebar, Martinica, y lo rodearon de setos espinosos y fue cuidadosamente atendido por esclavos. El café no decepcionó y creció sano, multiplicándose y dando lugar, en 1726, a la primera de muchas cosechas. Tanto se multiplicó que, los registros de la isla, reportan que tan solo 50 años después de esa primera cosecha, en Martinica había entre dieciocho y diecinueve millones de plantas de café, estableciendo una nueva opción de comercio para el Nuevo Mundo, que exportaría y daría grandes alegrías.

Pero la historia de Gabriel tiene otra lectura, que es un poquito menos detallada pero no exenta de emoción.

La otra historia de como llegó el café a América

Algunas fuentes aseguran que Gabriel Mathieu de Clieu era un capitán de infantería que había robado, hurtado, o cogido prestado, un pequeño esqueje de una planta de café que había sido regalada al rey Luis XVI.

Gabriel guardó y cuidó este esqueje de café en los invernaderos reales, hasta que pudo viajar a Martinica, pasando un calvario si hacemos caso a otra historia, hasta llegar a tierra. Gabriel plantó el esqueje de café en las laderas del monte Pelée, pero también en Santo Domingo y en Guadalupe. Ese esqueje era grandecito, las cosas hay que decirlas.

Los holandeses llevaron semillas de café a su colonia de la Guayana Neerlandesa, ahora Surinam, y de allí a Guayana Francesa. En Brasil el café llegó en 1727, y la primera plantación salió de las plantaciones robadas de plantaciones de la Guayana Francesa, que pese a las altas medidas de seguridad con las que contaba, no pudieron evitar el hurto. Lo que pasaba es que su producción, dependía íntegramente de los esclavos del dueño de los terrenos, y esta se suprimió en 1888, lo que provocó un bajón en la producción.

En 1730, los ingleses llevaron el café a Jamaica. A día de hoy, la variedad más cara del mundo solo es producida en este país, y es la denominada Blue Mountains.

El café en las colonias británicas

El café en las colonias británicas no tuvo un éxito inmediato. Los colonos asumieron que era un sustituto pobre e innecesario del alcohol, pero durante la guerra de Independencia las cosas cambiaron. El café les mantenía despiertos y con energía suficiente para hacer las guardias, además de que no les atontaba en la medida que lo hacía el alcohol. Las existencias empezaron a escasear de una manera alarmante, y los distribuidores subieron el precio, ley de la oferta y la demanda, por supuesto.

El final de la guerra de independencia de Estados Unidos, que acabó en 1812, fue el detonante del aumento de consumo del café, ya que la importación de té de Reino Unido no era una opción.

Escasez extrema de té, gran demanda de café, adelantos tecnológicos y la gran aceptación del café por parte de todo el mundo, hicieron que el café fuese convertido en un producto de consumo diario, dejándole en posición de artículo de primera necesidad.

El café llega a Colombia

Hubo que esperar a 1784 para que misioneros capuchinos llevasen los primeros granos de café a Venezuela. Los llevaron desde Brasil en sus periplos por América del sur. Sin embargo, los misioneros capuchinos que llevaron el café a Colombia, no llegaron desde Brasil, sino desde las Antillas francesas.

Colombia comenzó el cultivo de café a pequeña escala en 1785, al final de la época colonial, aunque las grandes plantaciones, tardaron años en empezar a ser viables.

Los registros nos cuentan que fue en Santander, en 1808, cuando aparecieron las plantaciones de Colombia. Ignacio Ordoñez de Lara, en 1813, obtuvo su plantación de más de 7000 plantas, pero realmente fue en 1867, en Antioquía, cuando Mariano Ospina comenzó su gran explotación de café.

En 1890, casi a finales del siglo XIX, el café se volvió la base de la economía regional de  La cabaña, y el Águila, propulsado por Eduardo Walker y Antonio Pinzón. Cuatro años antes, Simón López, lo hizo en Pereira, expandiéndolo a Quindío y el Valle de Cauca.

Así, a finales del siglo XIX empezó el imperio del café en Colombia.

Demanda de Café en Europa

Por qué se introdujo el café en países tropicales de américa es simple: necesidad de satisfacer la demanda europea.

En América seguía habiendo esclavos que podían, y debían, mantener los cultivos y la explotación. La demanda en Europa era muy superior  a la oferta, y la única manera era abaratar las producciones, y conseguir sustitutos, como la raíz de achicoria, por ejemplo.

Colombia es uno de los países, junto con Brasil, cuya producción de café es la mayor del mundo. Las campañas promocionales de estas regiones son algo que tenemos muy clavadas en el subconsciente, y nos hacen pensar que solo allí hay cultivo extensivo de café, pero nada más lejos de la realidad.

Estados unidos y el Café

Eso sí, no hay que olvidar que son los estadounidenses quienes, pese a no ser los mayores exportadores de café, si que son los mayores consumidores. Seattle se ha consolidado como la ciudad del café por excelencia.

Seattle es una ciudad muy lluviosa con un clima húmedo, y demasiados días de tormentas, por lo que la cultura de quedarse en casa y tomarse un café caliente para paliar el frío, fue tomando forma en los años 70 del siglo XX.

Fue en esta ciudad donde se impuso el Café Latte como preferencia de los estadounidenses, y fue aquí, también, donde se mejoró la calidad del café que se toma en este país, ya que el café americano característico era café aguado, fue en esta época donde se cambió el extra de agua, por leche, y se crearon las innumerables variantes a la hora de tomar esta deliciosa bebida. Variantes que no dejan de aparecer y de sorprendernos.

Para saber más sobre la historia del café en el mundo, puedes visitar otros artículos:


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