Cuando te gusta el café, te gusta. Ya sea en cualquier receta de bebida, como preparado para aromatizar deliciosos postres, o incluso en helado o granizado.
Y, de hecho, sabemos que el café funciona en estos métodos, teniendo postres tan típicos como el tiramisú, esa delicia de postre italiano con bizcocho, queso blando, licor y café.
Así que hoy vamos a ver cómo preparar un delicioso postre, que tiene varios nombres.
Puede que lo conozcas por su denominación inglesa, el Pound Cake, o puede que lo conozcas por Panqué, Queque, budín… Pues según el país, tiene diversos nombres.
Por supuesto, también tiene ligeras diferencias en cuanto a su preparación, pero vamos a ver una de ellas.
Contenidos
Ingredientes
Para preparar este bizcocho, vamos a usar:
- 380g de harina
- 230g de azúcar
- 180g de mantequilla o margarina
- 150ml de café
- 100g de pepitas de chocolate
- 3 huevos
- 1 cucharadita de levadura
Utensilios
No es que necesites nada específico, raro o difícil de encontrar, pero hay un par de utensilios que quizá te venga bien tener en cuenta:
- Bol: Aquí realizaremos la mezcla de ingredientes, intenta que sea amplio para poder batir cómodamente.
- Batidora: Aquí tenemos la opción manual, la clásica varilla, que podemos usar para batir la mezcla hasta conseguir la masa sin grumos y homogénea, pero ya te digo que acabarás sacando músculo. Lo recomendable sería, si te gusta la repostería, conseguir una eléctrica. Ahorraras tiempo y esfuerzo, y la masa quedará mucho mejor batida.
- Molde: Los hay sencillos, de metal, o de silicona. Estos últimos son muy cómodos para extraer el pastel, o en caso de preferir el molde metálico, te recomendaría que consigas uno desmontable, te ahorrará problemas a la hora de desmoldar.
- Tamizador: Este artilugio que puedes comprar en cualquier sitio, ayuda a deshacer los pegotes de harina, por lo que facilita mucho a la hora de mezclar con otros ingredientes, consiguiendo masas sin grumos y más suaves.
Cafeteras
Vamos a tener que preparar un café para dar sabor a nuestro Pound Cake, y ya sabemos que tenemos muchas opciones entre las que elegir:
- Cafetera Exprés: El café que obtenemos de esta máquina es el espresso más aromático y con cuerpo, pues se trata de la versión doméstica de la clásica cafetera de cafetería. Tras un par de usos, verás que es fácil y cómoda, además de permitir sacar el café en dosis unipersonales, haciendo siempre el café justo para no desperdiciar.
- Cafetera Moka: La italiana, oreley, llámala como quieras, pero seguro que tienes una de estas en casa, pues es una de las más clásicas y tradicionales. El café que sale de esta máquina es espresso, con cuerpo, sabor y aroma, por lo que, para añadirlo a una receta de postre, es una muy buena opción.
- Cafetera de cápsulas: A día de hoy, una de las más populares, solo debemos encontrar la cápsula que queramos y pulsar un botón. Lo bueno de esta cafetera es la amplia variedad de cafés encapsulados que podemos encontrar en el mercado, por lo que podemos probar cual les va mejor a nuestros postres.
- Prensa Francesa: Esta cafetera realiza el café por infusión y presión, por lo que queda un café con menos cuerpo que en las anteriores cafeteras, pero sigue siendo un delicioso café. Si quieres que tenga un regusto más suave a café, esta opción es ideal.
- Cold Brew: Si quieres conseguir un café poco ácido, esta opción es ideal, tan solo tenemos que juntar café y agua en un recipiente y dejarlo en la nevera toda la noche. Al día siguiente lo colamos, y tenemos un café frío delicioso, sin acidez, y que puede funcionar para recetas fría o postres.
- Café soluble: Esta es una de las opciones más usadas en repostería, ya que, al ser un concentrado de café, tiene mucho sabor, y suele ser fácil de mezclar ya que viene granulado o en polvo.
Elaboración
Para empezar, en un bol, batiremos los 3 huevos, y una vez estén bien batidos, añadiremos el azúcar. Tras esto, agregaremos también la mantequilla ablandada, es decir, déjala fuera de la nevera unos 15 minutos antes de empezar, y añadiremos también el café y batimos.
Seguidamente, agregaremos la harina poco a poco, tamizándola, mientras seguimos mezclando la masa. Si quieres, puedes meter en el tamizador la harina y la levadura juntas, o añadir la levadura en el siguiente paso.
Cuando la harina este bien mezclada, añadimos la levadura si no lo hiciste antes, y agregamos las pepitas de chocolate, y volvemos a batirlo todo hasta que no haya grumos.
Con nuestra masa lista, es hora de preparar el molde. Para ello, vamos a engrasarlo con más mantequilla o aceite, asegurándonos de que frotamos bien la base y todas las paredes. También puedes usar papel de horno si prefieres, lo importante es que el pastel no se quede pegado.
Precalentamos el horno a 180 grados, durante 10 minutos, y colocamos el molde con la masa ya servida. Lo dejamos cocinarse durante unos 30-45 minutos.
Es importante que no abras el horno hasta que este cocinado, o si no, corres el riesgo de que el pastel no suba, haciendo que tengas un ladrillo dulce.
Cuando creas que esta cocinado, puedes asegurarte primero pinchándolo con un palillo o un cuchillo.
Si tras pincharlo, sale limpio, es que esta en el punto perfecto. Si sale con restos de masa, debes dejarlo un rato más, pues aun estará crudo en el centro.
Una vez listo, dejamos que se enfríe, mientras puedes preparar algo con lo que acompañar este delicioso postre.
Acompañamientos
Se trata de un postre dulzón, con un ligero aroma a café y chocolate, y es bastante sencillo que combine con cualquier cosa para una deliciosa merienda.
Té o café son una opción ideal, con un poco de leche combinan de maravilla con este dulce, que podemos empapar en estos líquidos para conseguir nuevos sabores. Otra deliciosa opción líquida, especialmente en épocas frías, es un buen chocolate caliente, ya sea para acompañarlo bebiendo, o para mojar y recubrir de chocolate este delicioso pastel con aroma a café.
Hablando de empapar, estos postres también suelen llevarse muy bien con licores, especialmente licor café. Empapar un cacho de este dulce en esta bebida espirituosa es una delicia que no deberías dejar pasar.
Pero si no te apetece acompañarlo de nada líquido, una opción muy buena es añadirle una bola de helado, casi cualquier sabor combinará perfecto con este postre. Quizá los más recomendables serían nata, vainilla, chocolate o en general, sabores suaves.
Finalmente, puedes crear una merienda deliciosa si lo cortamos horizontalmente y añadimos a nuestro cacho un poco de queso crema o de untar, con su sabor cremoso y suave, le dará un toque suculento.
Para acabar
El café tiene cientos de usos, en todas sus formas, desde el propio café que podemos degustar en cupping, o en recetas como el café irlandés, añadiéndolo en postres para conseguir que tengan un delicioso aroma, o incluso una vez usado, sus posos nos pueden servir para muchas cosas.
Al ser un producto tan consumido a nivel mundial, es lógico que los chefs y baristas de todo el globo den rienda suelta a su inventiva culinaria, y utilicen un aroma tan característico como es el del café para diversas recetas.
Ya sabemos que se trata de un producto que no para de evolucionar, y aun a día de hoy, puede seguir sorprendiéndonos con nuevas recetas o usos, como el café con sal.
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