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Prepara jabón con tu café molido

En un esfuerzo por reciclar y reutilizar, se han encontrado infinitas formas de reutilizar los posos del café.

Los posos tienen una gran reutilización a niveles cosméticos por su poder exfoliante, que nos ayuda a eliminar todas las células muertas de nuestra piel.

Sin embargo, hoy voy a hablar de como utilizar el café para hacer jabón en vez de para la taza matutina de despertador.

Es cierto que se pueden usar los posos para esta función, pero si usas el café molido natural, que no sea ni mezcla ni tostado, conseguirás un mejor resultado. Esto se debe a que el café natural no ha degradado sus propiedades antioxidantes ni la cafeína que contiene por el efecto del agua y el calor.

¿Todo listo? Pues empezamos.

Contenidos

Efectos beneficiosos

El jabón a base de café no solo es un producto de belleza natural si no que tiene muchas propiedades y beneficios para la salud de nuestra piel.

Además de ser exfoliante, también puede considerarse anticelulítico gracias a la cafeína que contiene, que actúa contra los depósitos de grasa que se acumulan bajo la piel.

También combate la flacidez y aporta firmeza y tersura a la dermis afectada y, además, su exfoliación puede ser útil también para ayudar a la piel del rostro y la prevención de arrugas tempranas.

Activa la circulación sanguínea ya que contribuye a optimizar el aporte de oxígeno y nutrientes de nuestra piel. Con esto ayuda a disminuir la inflamación que sufren zonas como el contorno de los ojos y por ello ayuda a difuminar las ojeras y hace que la piel luzca más tersa.

Esto también ayuda a combatir el rastro de las rojeces o manchas de la piel, como por ejemplo, las del acné.

Se dice que ayuda a acelerar la cicatrización de heridas además de mejorar la luminosidad de la piel gracias a las sustancias antisépticas y antinflamatorias que contiene.

Como estimula la producción de colágeno, garantiza una concentración perfecta de fibroblastos de la piel, lo que ayuda a que se vea sana y saludable.

Al mezclar el café con aceites o extractos naturales, lograrás un remedio increíble para las estrías rojas además de estimular el crecimiento de nuevas células.

Y, la principal ventaja de este jabón de café: su buen olor que, además de ser desodorizante, te dejará un aroma realmente agradable en la piel.

¿Quieres prepararlo?

Para empezar a hacer este jabón de café casero, lo más importante es reunir todos los ingredientes necesarios.

Ingredientes

  • 300 gramos de jabón de glicerina en barra
  • 1/4 de taza de café molido
  • 1 cucharada pequeña de esencia de vainilla
  • Vaselina
  • 1 taza de agua
  • Un cazo pequeño
  • Un recipiente de metal o cristal
  • Molde o moldes para el jabón

Preparación

Ahora que ya tienes los ingredientes listos, es hora de empezar a preparar tu jabón exfoliante casero de café.

Primero hay que derretir el jabón de glicerina al baño María, para ello coloca un recipiente de metal o vidrio dentro de una olla con agua al fuego.

Este paso es mejor hacerlo a fuego medio para que el jabón se vaya fundiendo sin quemarse hasta que este quede totalmente derretido.

En caso de que prefieras hacerlo en microondas, también se puede hacer en intervalos de unos 30 segundos y removiendo hasta que este derretido por completo.

Una vez que tengas el jabón de glicerina derretido, apaga el fuego y añade la esencia de vainilla y la cucharada sopera de café molido.

Con la ayuda de una cuchara, remueve bien todos los ingredientes hasta que se hayan integrado por completo.

Si quieres que el jabón tenga una mayor consistencia, es en este punto donde puedes agregar un poco de leche en polvo a la mezcla.

Mientras esta mezcla reposa un poco, untaremos los moldes con vaselina para evitar que el jabón se quede pegado a estos.

Intenta que te quede por todas las partes del molde y de forma uniforme para que luego no te queden bultos o pegotes de vaselina en el jabón.

Para potenciar su poder exfoliante, coloca una cucharada pequeña de café molido en el fondo de cada molde.

Es hora de verter el jabón en los moldes, con cuidado, y llenándolos hasta la cantidad que creas conveniente.

Déjalos reposar a temperatura ambiente durante unos minutos y, cuando estén fríos, mételos en la nevera para así acelerar su refrigeración.

Es conveniente que queden en el refrigerador al menos durante toda una noche, por la mañana puedes cortarlos con un cuchillo después de desmoldarlo.

Tienen que «curar» durante dos o tres días antes de utilizarlo para que así el jabón tenga la consistencia adecuada y no se te deshaga en el contacto con el agua.

Hora de utilizar el jabón de café

Ya puedes empezar a usar tu jabón casero para exfoliarte, tan sencillo como aplicar un poco de jabón sobre la piel humedecida y masajear las zonas deseadas para la exfoliación.

La ventaja de este jabón es que al haberle implementado el café molido, este se quedará en tu piel al usarlo.

Solo necesitas una esponja o guante de crin para masajear la zona y activar todas las propiedades exfoliantes y anticelulíticas de este jabón.

Obviamente tienes que aclarar la zona con abundante agua y asegurarte de no dejar ningún resto de café ni jabón, ya que sería perjudicial para tu piel.

Pero desde luego que es un jabón que aporta ventajas ante todo, ya sea por sus propiedades beneficiosas para la piel como por el buen olor que dejará en tu cuerpo después de usarlo.

Si tu piel es mixta o grasa, se recomienda exfoliarla una o dos veces a la semana pero si es seca realmente te llega con hacerlo una vez cada quince días.

Otros usos del café en belleza

Es cierto que he hablado de como hacer jabón, pero el café tiene otras formas de ser usados durante el baño.

Puedes simplemente aplicar los posos de café molido en la ducha con la piel mojada como si fuera tu crema exfoliante de ducha, aclarando bien la piel al acabar.

También puedes mezclar estos posos con tu gel de baño preferido o incluso aceite de oliva para crear una crema exfoliante casera y natural.

Usos para el cuerpo

Las zonas que más preocupan suelen ser codos, talones y rodillas ya que suelen reclamar más exfoliación por el constante roce al que están expuestas a diario.

Para esto una recomendación que se da es un exfoliante casero a base de café molido, azúcar moreno y aceite de coco. Simplemente tienes que mezclar todos los ingredientes hasta obtener una pasta homogénea que puedas aplicar en la piel cómodamente.

Solo tienes que aplicarlo y dejarlo actuar durante entre 4 o 5 minutos y, al pasar este tiempo, aclarar con agua, preferiblemente fría.

La mayor ventaja de esta mezcla es que, si después de hacer tu rutina de baño, te sobra, puedes almacenarla durante unas dos semanas en el frigorífico.

Usos para la celulitis

Si mezclas café molido con aceite de germen de trigo y lo aplicas a tu piel con una envoltura de papel film durante unos 30 minutos y masajeas durante otros cinco minutos, conseguirás un poder exfoliante más concentrado.

Otro truco es el de mezclar café molido, clara de huevo y aceite de oliva y aplicarlo de la misma forma a las zonas de nuestra piel que prefiramos.

Es importante masajear bien la piel después de dejar reposar para que todas las propiedades exfoliantes y anticelulíticas funcionen a la perfección.

Tras aclarar, puedes utilizar tu crema preferida para hidratar la piel y así notar los efectos de este masaje mucho antes.

Usos para las estrías

En este caso hay hasta tres posibles combinaciones de ingredientes que pueden ayudar a combatir estas cicatrices tan molestas.

Con aloe vera

Necesitas mezclar el café molido con gel de aloe vera y unas gotas de agua para humedecer la mezcla.

Con la mezcla preparada, aplícala sobre las zonas que quieras combatir las estrías y déjala actuar durante unos 15 minutos.

Una vez pasado este tiempo, es hora de aclarar la piel con agua fría preferiblemente para activar bien tu piel y tu circulación.

La ventaja de esta mezcla es que tiene doble beneficio, por un lado la exfoliación del café que provee de una limpieza profunda a nuestra piel eliminando las células muertas.

Y por otro las ventajas del aloe vera, que además de ser rico en vitaminas A, B, C y E, también aporta una óptima nutrición a la piel.

Con aceite de coco

Esta mezcla es mucho más sencilla ya que solo requiere mezclar el café molido con aceite de coco para conseguir una pasta que puedas untar.

Y simplemente procede como en el caso anterior, aplicar, esperar durante 15 minutos y aclarar con agua fría.

Esta opción tiene menos ventajas que la del aloe pero dejará un aroma más agradable en tu piel.

Con aceite de almendras

En este caso, el beneficio del aceite de almendras se potencia al ayudar a la hidratación de la piel gracias a este fruto seco.

Solo necesitas media taza de café con dos cucharadas de aceite de almendras.

Usos para el rostro

Para poder crear un exfoliante ideal para la piel, primero hay que considerar que la piel de la cara es más sensible ya que está en constante exposición de los agentes externos que la pueden dañar, como el sol.

En este caso tengo dos propuestas de mascarillas ideales para ayudar a darle vida y luminosidad a la piel del rostro.

Mascarilla de cacao en polvo

Mezclando seis cucharadas de leche entera o crema de leche, cuatro de café molido y seis de cacao en polvo, crea una mezcla pastosa.

Aplícala sobre la piel limpia y déjala actuar durante 5 minutos antes de aclarar con agua fría. Seca dando pequeños golpes, no frotando, ya que dañarías tu piel.

Es importante que no apliques esta mascarilla en el contorno de los ojos ya que podrías dañar esa piel al ser demasiado fina.

Mascarilla con miel

Esta mezcla resulta mas sencilla de preparar, solo necesitas una cucharada de café molido, una de miel y una última de azúcar.

Para aplicarla, primero humedécela un poco con agua para que así pueda funcionar como un exfoliante y arrastre bien todas las células muertas.

La ventaja de la miel es que es antiséptica e antiinflamatoria, al igual que el café, por lo que tendrás una mascarilla con una acción doble debido a sus dos ingredientes.

Al final, las opciones son casi infinitas, ya que puedes mezclar el café y los posos con cualquier aceite que le pueda sentar bien a tu piel y simplemente usarlo para exfoliarla y masajearla.

Así que ya sabes, primero disfruta de tu café, y después disfruta de tu belleza.