Cuando se piensa en aditivos que añadir el café se piensa sobre todo en leche y azúcar, mezcla a la que estamos más que acostumbrados.
Sin embargo, en Taiwán tienen otra costumbre, echarle sal a su café para darle un sabor muy diferente y peculiar.
Esta mezcla tan peculiar la puedes probar en una famosa cafetería de Taipéi, llamada 85C Bakery Café, en la que, por 90 céntimos, te ofrece un café al que le añaden sal marina en la espuma.
Desde luego es para aquellas personas que busquen sensaciones nuevas para sus cafés, ya que en este café encontrarás un sabor mucho más complejo que con el café que consumes usualmente.
Y parece que esta mezcla ha llegado para quedarse, ya que desde que este producto se sacó al mercado en diciembre 2009, se han vendido más de 15.000 tazas de este café.
La creación de esta mezcla tan peculiar se produjo por la búsqueda de nuevos sabores entre la gente taiwanesa ya que les gusta poder tener muchos sabores en un solo sorbo.
Obviamente no solo es popular el café con sal, en esta cadena de cafeterías tienen más de 50 tipos de bebidas y cada día buscan innovar y crear nuevas opciones.
Irónicamente, Taiwán es más conocido por su Bubble Tea, un té con leche y unas bolitas gelatinosas de tapioca, sin embargo esta bebida ya esta en todo el mundo y puede ser apreciada por todos.
También puedes encontrarte con cafés más especiales ya que algunos productores taiwaneses utilizan semillas parcialmente masticadas por los monos de Formosa.
Estos animales han llegado a ser una plaga para los granjeros, pero con este método, han aprovechado para crear una mezcla dulce natural y evitar la destrucción de la cosecha.
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¿Cómo se prepara el café con sal?
A pesar de lo que podría parecer, este café es bastante sencillo de preparar ya que solo consiste en mezclar la sal sin refinar con la nata.
Para empezar, hay que preparar la taza de café, a tu gusto, y añadiéndole un poco de azúcar previamente.
Después de servir el café en la taza, se le añade la nata, a la que se le ha mezclado la sal marina previamente, y se decora con unos polvos de cacao.
Es cierto que en una primera prueba, puede llegar a sorprender esta mezcla, pero por norma, no solo a la gente le gusta, si no que empieza a convertirse en una nueva moda.
Aunque la mayoría de la gente está acostumbrada al sabor dulce, hay quien acaba realmente enganchado a este café salado mientras que otros lo consideran una experiencia para de vez en cuando.
¿Por qué la sal?
La sal tiene hasta 14.000 usos distintos y, desde luego, la más conocida es sazonar o conservar nuestros alimentos.
También hay quien la utiliza para limpiar superficies grasientas o eliminar manchas e incluso como alternativa al enjuague bucal.
Además, mezclando dulce con salado, es común encontrar pequeñas cantidades de esta especia en repostería, ya que potencia el sabor dulce del postre preparado.
En cuanto al café, la mezcla no es invención de Taiwán, ya que la sal se utiliza en diferentes culturas por su capacidad de reducir el amargor y potenciar los sabores deseados.
Probablemente estés mas acostumbrado a escuchar que el café con sal se usa en esas noches de borrachera, y por ello la gente suele tener un pensamiento más negativo hacia esta mezcla. Pero hablando en pequeñas cantidades, no solo puede potenciar el sabor de cafés de calidad, si no que también puede mejorar el sabor de cafés con menos calidad.
¿Dónde puedo probar el café con sal?
Como decía anteriormente, esta mezcla esta presente en diferentes culturas a lo largo de todo el globo.
Poniendo como ejemplo Turquía, tiene la tradición de que la novia prepare café con sal para su futuro marido y su familia en forma de ceremonia informal prematrimonial.
También tenemos el ejemplo ya mencionado de Taiwán, en el que añaden espuma con sal marina refinada en su bebida, e incluso podemos encontrar esta práctica en Europa, en el norte de Escandinavia, donde llevan añadiendo sal a su café durante décadas.
Sin embargo, en las zonas costeras de Europa, tienden a usar un agua con alto contenido en sal para preparar el café, dándole un sabor realmente peculiar.
Razones para añadir sal al café
Añadir sal al café puede ser una forma de equilibrar el sabor de los cafés de la variedad Robusta amargos o aquellos cafés muy tostados.
La sal resalta de forma natural el dulzor del café y mantiene los aromas agradables, si eres sensible al amargor del café, aún con aquellos cafés de especialidad, la sal es una buena alternativa ante el uso de la leche y el azúcar.
La proporción más común son dos tazas de agua y dos cucharadas de café molido, se añade media cucharadita de sal para neutralizar el amargor de la café.
Además, no solo reduce el amargor neutralizándolo de forma mas eficaz que el azúcar, también suaviza el sabor de aguas de menos calidad.
Es cierto que solo un pequeño porcentaje del amargor del café procede de la cafeína, ya que este amargor se provoca por la presencia de lactonas del ácido clorogénico y fenilindanos.
Estos compuestos no están de forma natural en el café de grano verde, si no que se producen en el proceso de tueste.
Son los fenilindanos los que crean esta percepción de amargor y aparecen en mayores cantidades cuanto más oscuro sea el tueste del grano.
Pero el método de extracción del café también influye en su amargor, no ser preciso en la preparación o dejarlo reposar en cafeteras como la prensa francesa ayuda a su amargor.
También puede afectar usar agua demasiado caliente o utilizar la molienda incorrecta para tu cafetera, dando un café mucho mas intenso y amargo de lo que esa variedad de café aportaría.
Aunque nuestras papilas gustativas nos permiten identificar los diferentes sabores como son dulce, salado, ácido, amargo y umami, la reacción biológica al amargo es muy diferente al del resto de sabores. Al consumir algo amargo, nuestro cerebro recibe iones de calcio, provocando esa sensación de rechazo.
Y para esto resulta útil la sal, ya que aunque potencia los sabores dulces, ácidos y umami, también ayuda a reducir la percepción del amargor.
Esto es por que la sal nos aporta iones de sodio, los cuales se unen a los receptores de sal en la lengua y ayudan a inhibir la percepción del amargor, equilibrando el resto de sabores.
Así se consigue que, al añadir sal, el dulzor del café se potencia de forma natural y, al a vez reducimos la percepción de amargor en esta bebida.
También es por eso por lo que se añade sal en el borde de los vasos de Margaritas o se toma antes del tequila, ya que resalta el dulzor de este licor.
¿Cómo le añado la sal al café?
Hay diferentes formas de añadir sal al café, desde añadirlo en la espuma de la nata, como en Taiwán, a directamente mezclarlo con el café molido antes de prepararlo.
Los expertos afirman que es más fácil controlar la cantidad de sal que se añade al café si esta se añade una vez que ya está preparado.
Y antes de echar la sal, preparar una taza para poder evaluar su amargor, y así poder añadir la sal en las cantidades correctas, añadiendo poco a poco hasta que consigas el perfil de sabor perfecto para ti.
También, algunos expertos, en vez de añadir directamente la sal refinada en forma de cristal, optan por añadir una solución con una concentración fija de sal, así añades la cantidad de gotas ideales para ti.
La fórmula según los expertos es que con 0,3 gramos de una solución salina con una concentración del 20% de sal, el sabor mejoraba considerablemente y la sensación en la boca era mucho más agradable en los cafés instantáneos de baja calidad.
Otros expertos confían más en la formula de 0,15 gramos de sal por cada 100 gramos de café preparado, tanto para los cafés espressos como para los filtrados.
¿Es bueno añadir siempre sal?
A pesar de que la sal puede reducir el amargor y potenciar los sabores dulces del café, no siempre es una buena opción para añadir al café.
Siempre es importante buscar la mejor calidad en los ingredientes que utilizamos para nuestro café antes que buscar parches que mejoren su sabor.
Si que es cierto que añadir sal a un grano de buena calidad no va a estropear su sabor y va a potenciar ciertos elementos de este. pero lo ideal siempre será buscar granos de alta calidad y que se adapten a la perfección a los gustos de tu paladar.
También es cierto que si añades sal a ciertos cafés de especialidad, de mayor calidad, no solo puede no mejorar su sabor, si no que además puedes ocultar sabores más delicados y distinguidos que hacen a ese grano de especialidad.
Lo mismo pasa al añadir nata, leche o cualquier otro ingrediente a nuestro café, cuanto más complejo sea el grano, más sabores podrían ocultarse con los aditivos.
La sal es un ingrediente útil ya sea para un café especial de un día, o para enmascarar el amargor de un café de menos calidad, pero no se un ingrediente del que depender para cualquier grano.
El éxito del salted coffee
A pesar de que empezaba este artículo hablando del café de Taiwán, es bastante probable que este más familiarizado con este nombre para café con sal.
Es cierto que es un café más popular en Estados Unidos, pero con la llegada de Starbucks y cafeterías semejantes a España, es más común no solo conocer, si no poder disfrutar de estas recetas tan diferentes.
En este caso, se mezcla el café con diferentes siropes y, como en Taiwán, una corona de espuma de leche o nata a la que se le añade la sal marina.
Y esto no es solo una receta, si no que puedes encontrar numerosas variedades de este café salado, desde el Salted Caramel Latte hasta el Salted Caramel Moca o el Salted Caramel Coffe on the Rocks.
Al final, todo es una cuestión de gustos, pero desde luego que a mi me han dado ganas de arriesgarme a echarle un poquito de sal a mi próximo café.